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domingo, 10 de noviembre de 2013

Crítica. Thor: The Dark World

14:51 // by Sebafilms // // No comments


Thor: The Dark World es un film que tiene tantas cosas buenas como malas. Su ventaja es que una de esas cosas buenas es Tom Hiddleston. Otra de esas cosas buenas es la sonrisa de Tom Hiddleston, que tiene vida propia, los estudios deberían hacerle un contrato aparte. A mi juicio el actor debería cobrar por su trabajo en la película y aparte por el uso de su sonrisa.



Luego de The Avengers, Marvel Studios no tiene tarea fácil. Después de un éxito de ese calibre en la taquilla, tienes a un público sediento de ver a sus héroes favoritos otra vez, tienes la presión de sus expectativas, y el deber de mantener la coherencia no solo con The Avengers, también con las historias en solitario de cada personaje.
Con Iron Man 3 apenas se cumplió con lo indispensable, y eso porque tenemos la suerte de que Tony Stark es interpretado por Robert Downey Jr. Si el papel descansara en las manos de otro actor, ni siquiera sé si hubiera llegado a trilogía esa saga, ya que Iron Man antes de Robert Downey Jr. no era precisamente uno de los personajes más carismáticos de Marvel.
Con Thor sucede algo similar. Sin embargo en esta secuela, sin haber hecho gran cosa, cumplieron con un poco más de lo indispensable, y superan ampliamente a la primera entrega del dios nórdico (no era muy difícil lograrlo). No está Robert Downey Jr., pero está el inigualable Tom Hiddleston, quien, debo informarles, se roba absolutamente toda la película cada vez que aparece. 
No es casualidad que ni bien aparece el título del film en la pantalla grande, inmediatamente se pasa a la primera escena donde vemos a Loki en un primerísimo plano. Thor: The Dark World comienza unos quince minutos después de que termina The Avengers.
Otra ventaja que cuenta este film, es su elenco: Chris Hemsworth (creo que es un buen actor, debo verlo en “Rush” para confirmarlo); Rene Russo; Anthony Hopkins; Natalie Portman; Stellan Skarsgard (desperdiciado en este film, a mi entender, pero aún así brillante actor); y los secundarios pero no menos talentosos Idris Elba; Kat Dennings; Ray Stevenson; el maravilloso e infaltable cameo de Stan Lee; y la escasa pero talentosísima aparición del actor Chris O’Dowd.
No me olvidé de nadie. El resto me parece que o son actores espantosos que tuvieron mucha buena suerte en el casting, o actores que me es imposible evaluar como el mismísimo villano de la historia, Malekith, interpretado por Christopher Eccleston. Está muy mal desarrollado su personaje, nunca termina de consolidarse, parece un mero adorno decorativo que era absolutamente necesario para que Thor peleara contra alguien, pero podría haber sido él o cualquier otro, tanto da. Uno no puede decir lo mismo de Loki, que si no es él no puede ser ningún otro. Punto en contra para esta secuela: no tenemos un villano sólido.
Otro punto en contra es que casi la mitad de la batalla que presenciamos parece Star Wars, con naves y armas de rayos incluidos. Solo faltan espadas láser. No sabemos si estamos frente a alta tecnología, magia, dimensiones paralelas, extraterrestres, dioses, o “elfos oscuros” como se los llama (injustificado nombre tomado de la mitología nórdica, que en este personaje basado en los comics no tiene nada que hacer, hubiera preferido que los llamaran con un nombre inventado para la ocasión). Al comienzo del film vi algunas cosas parecidas a pistolas del lejano oeste y una especie de bazooka que ya me hizo revolverme en la butaca, nervioso e incómodo.
Pero lo peor de la película es la disparidad que hay en la resistencia física de quienes interpretan la historia. Un mismo personaje aguanta una tremenda paliza en algún momento, y en otro muere porque le clavaron una daga o una espada o lo que fuere. Pelea contra cien soldados en una escena, pero es doblegado por una docena en otra. En ningún caso está debilitado, o las armas con las que lo atacan se diferencian de las otras que parecían no hacerle daño, ni sus contrincantes tienen una fuerza o poder que antes no tenían. Nada justifica este espantoso vacío que realmente casi me ofendió; en ese aspecto es una falta de respeto al público. Un desastre, lo peor que he visto en mucho tiempo en cuanto a errores de guion dentro de películas de esta envergadura. Les aseguro que soy bastante tolerante en este rubro del cine ya que estamos hablando de películas comerciales, buscarle flaquezas a una trama basada en un señor que va por varios mundos dando martillazos es casi un absurdo, pero más absurdo creo es que los realizadores de la obra que intentamos disfrutar, superan ese límite de credulidad que uno hace con toda la buena voluntad del mundo y con su bolsillo, vamos, que la entrada al cine no es gratis.
Creo que otro punto en contra son las bromas. Hay un abuso de este recurso en una película que debe ser más acción que comedia. Esto tira por tierra momentos muy buenos de la película, que se arruinan con un chiste. Tenemos personajes que unos minutos después de ver morir a alguien muy cercano a ellos, están haciendo un chiste cuando no deberían tener más diálogo por lo menos por cinco minutos de la película. Los vemos tremendamente acongojados en un momento, y al otro todo sigue como si nada. Es el segundo peor aspecto del guion. 
Lo mejor es Loki.
No sé cuáles son las razones por las que Tom Hiddleston se ha convertido en una súper estrella. Bueno, en parte lo sé, obviamente es un actor excepcional. Sin embargo hay muchos actores del mismo calibre que él y también mejores, pero ninguno ha logrado lo que él logró en tan poco tiempo con Loki.
Su personaje aparece en la mitad del film. Yo confieso haberme aburrido en la otra mitad, aun sabiendo que el film trata de otra cosa ajena a Loki, que es solo un aspecto más de la película. Pero la relación que se desarrolla entre su familia (no solo con Thor, sino con Odín y Frigga) es lo mejor del guion sin ningún tipo de duda. El mérito se lo debemos a los vikingos reales, la mitología nórdica nos regaló a este dios que no es ni bueno ni malo, simplemente travieso. El comic tomó eso, y el cine lo ha mostrado más malo que bueno, es cierto, pero todo el Asgard sabe que cuando Tom Hiddleston… perdón… cuando Loki sonríe uno se pregunta ¿Cómo demonios no confiarle nuestra vida a esa sonrisa? Sabemos que nos traicionará ni bien pueda, Thor lo sabe, sus amigos lo saben… la cantidad de amenazas que recibe en esta película son innumerables, pero él sigue ahí… sonriendo, y nosotros ahí, dudando.
Loki nos engaña más de una vez en este film, cuando crean que ya lo descubrieron estarán equivocados. La película terminará y seguirán sin saber en qué partes fue sincero y en qué partes no.
Thor también sonríe, pero su sonrisa cumple la misma función en el film que cuando lo vemos con el torso desnudo. El personaje aparece mucho más desarrollado en esta secuela que en su primera entrega, ya sea en solitario como en la relación con su amada o con su hermano, su padre y sus amigos. Otro punto a favor para el guion.



Finalmente, les recuerdo que hay una escena luego de los créditos, que vincula otra vez a Thanos, aunque no aparece específicamente como lo hizo en la escena post créditos de The Avengers, el vínculo con las futuras Guardianes de la Galaxia y The Avengers 3 está asegurado. Luego de otros créditos tendrán una segunda escena más, pero si quieren irse antes no se pierden de nada, con ver la primera ya es más que suficiente. La segunda tal vez (eso espero) vincule el final de Thor con uno de los capítulos que estrenará la serie televisiva Agents of S.H.I.E.L.D, que se nos ha prometido estará ambientado en el desastre que dejó en el mundo la batalla de Thor contra Malekith, y tendrá un vínculo directo con esta película, capítulo que se estrenará el 19/20 de este mes (en la primera media hora de película se encargan de nombrarnos unas cuantas veces a S.H.I.E.L.D., y de mostrarnos su insignia en los instrumentos científicos, no sea cosa que nos olvidemos que hay una serie al respecto).
Termino como comencé: Thor: The Dark World es un film que tiene tantas cosas buenas como malas. Su ventaja es que una de esas cosas buenas es Tom Hiddleston. Su desventaja es que el director Alan Taylor nos toma el pelo de vez en cuando (cuidado, es un director que aun respeto mucho, no puedo negar su excelente labor en Game of Thrones). Y un punto fuerte es la música de Brian Tayler, que si bien repite una y otra vez los mismos acordes para intentar motivarnos en los momentos claves, esa composición que usa reiterándola mil veces durante los 120 minutos de película, son muy buenos.
Por cierto ¿mencioné a Tom Hiddleston?

Puntuación: 7/10

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