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domingo, 8 de septiembre de 2013

Crítica: TRANCE

12:31 // by Sebafilms // // No comments

Todo comienza con el robo de una pintura, pero nada sucede como se planea, no en el cine al menos. La pintura se pierde en el transcurso de los eventos, y el único que sabe dónde está, olvidó sus recuerdos sobre ese hecho en particular por culpa de un golpe en su cabeza.


La película transcurre entonces mitad en el mundo que la trama nos propone junto con los personajes, y la otra mitad dentro de la mente del protagonista, a la cual entramos desde la perspectiva de la mente misma, o desde la profesional que lo hipnotiza para encontrar la pintura en la madeja enredada de su cerebro. Y en el camino de descubrir dónde demonios está la obra de arte buscada, la paciencia de los maleantes se va agotando.
La película es, a mi juicio, mediocre. Cuidado, no es lo mismo que decir “mala”. El guion es fuerte, es lo que hace que este film no se pierda en el olvido, valga la redundancia. Otro punto fuerte es el juego que el director Danny Boyle nos propone entre la mente y la percepción de los acontecimientos, logrando que el espectador se pierda por momentos en los laberintos de la realidad que los personajes viven, y la que creen vivir.
Los puntos flacos son los desarrollos de las distintas vertientes que se nos propone a medida que avanza la historia. Hay eventos que se nos presentan de golpe, y no se desarrollan lo suficiente. Tal vez cumplían la función de la frutilla en el pastel, pero el pastel no estaba listo aun. Si debemos asustarnos, pues no nos asusta, si debemos emocionarnos, pues no nos emociona, si debemos sentir empatía con algún personaje, no la sentimos. La falta de profundidad en esos aspectos mantiene al espectador por momentos indiferente a lo que sucede. Y si algo no nos atrapa, no nos importa. No creo que sea por un problema de tiempos que no se logre, sospecho que el director intentó mostrarnos los hechos con la misma crudeza con la que llegan a la mente del protagonista. Pero James McAvoy, que interpreta a Simon y es alrededor de quién giran estos acontecimientos, parece comprender mejor las cosas que nosotros como testigos. No siempre se genera un vínculo entre el protagonista y el público, y este es el caso. No es solo problema del director, McAvoy no realiza su mejor trabajo en esta obra, ni tampoco Rosario Dawson ni Vincent Cassel. Son artistas que pueden y han dado mucho más, y en este trabajo dejan cuentas pendientes.
Cumplen, por supuesto, pero no más. Es Beethoven tocando el Cumpleaños Feliz. Siguen siendo grandes actores pero la película no es ni la mitad de lo que los artistas son, no esta vez.
No voy a ser yo quien ponga en duda el talento de los actores, el director, los guionistas… creo que han pasado por mejores épocas y no dudo que volverán a tenerlas. Simplemente considero que esta no es una de sus mejores obras.
Una buena banda sonora y una interesante fotografía salvan los huecos que deja el resto del film.
El cine es arte y entretenimiento. Esta película no es del todo ninguna de las dos. De sus 101 minutos, uno deja de captar la belleza y comienza a aburrirse más o menos en el minuto 60.
Recomendada para mirar un día muy lluvioso, en la tarde y en soledad. Por las dudas no conviene condenar a otros para que nos acompañen a verla.

Puntuación final: 5/10

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