Bills, el Dios de la Destrucción que mantiene el balance del universo, despierta tras un largo sueño escuchando rumores sobre un Saiyan que derrotó a Freezer. Nadie es reto para su poder extremo, y este buscará en la Tierra a un peleador digno o destruirá el planeta.
¿Que nos viene a la mente cuando escuchamos la palabra "Dragon Ball"? Muchos contestarán "Infancia", o "Goku", o "Peleas", etc. Fue lo mismo que escuché hace días cuando me dijeron que este Viernes se estrenaba la película por la cual todo peleaban para que llegue al cine en Latinoamérica. La verdad es que es una película para todos. No solo aquellos que lo vieron de niños, o que por supuesto, los que vieron la serie completa (cosa que es prácticamente necesaria para entender a los personajes) sino para aquellos que quieren revivir aquella emoción que se sentían cuando eran pequeños.
El decir que Dragon Ball Z Battle Of Gods es una película buena, es como decir que Steven Spielberg es un mal director, osea, estarías mintiendo. Es cierto, no es un film que vaya a competir al Oscar, y lo sé, pero la verdad es que esperaba más de esta película. Algo más que una simple pelea contra un Dios en la que nuevamente pone el peligro a la Tierra.
A lo que me refiero es que el gusto por ir a ver al cine es algo que se siente cuando no lo haz hecho. Cosa que se te pasa después de verla. Y, a decir verdad, me parece que esta apuesta debió a haber sido lanzada directo a formato casero. ¿Vale la pena verla? Sí, pero no en un cine. ¿Osea que la debo de comprar pirata, ver online, o descargarla? Tampoco es para tanto. Simplemente, (y lo vuelvo a repetir) es una película que de a fuerzas debió haber llegado a DVD.
Sin más ni menos, con el casi mismo doblaje al de los mediados de los años '90, Dragon Ball Z: La Batalla De Los Dioses llegó para decirnos que la infancia es algo que vivirá por siempre y que sin importar el pasar de los años, nos seguirá gustando por muy mala que sea.
Calificación Final: 6/10
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